Es preciso iniciar este tema analizando que comprende la autodeterminación de los pueblos indígenas, como un derecho fundamental establecido en la constitución para independizar los procesos que se acuerden dentro de sus territorios. Definiendo que “determinación” es un término que alude a la toma de decisiones de dichos pueblos, cabe recalcar entonces que implica la elección de proyectos en el ámbito social, político, económico y por supuesto cultural, libres para auto – realizarse.
Hoy en día las nuevas políticas estatales, están siendo impartidas con el aparente reconocimiento de los sectores indígenas y la libertad otorgada a los mismos, sin embargo, aquello que no se ha tomado en cuenta es que estas nuevas política alternativas están siendo nuevas formas de dominación de todo tipo obviamente con más trabajadas e ilusoriamente sutiles, para recuperar la confianza perdida, y tratar de estrechar vínculos entre el gobierno y los pueblos indígenas.
Sin embargo, estas nuevas dominaciones implican procesos de aculturación, ya que trabajan con políticas establecidas por medio de un gobierno que esta cimentando sus bases estratégicas dentro de estructuras capitalistas que con el supuesto reconocimiento de estas comunidades, tratan de adentrarse cada vez más en sus territorios, para después negociar los mismos, con supuestos favores tecnológicos que puedan beneficiarlos, pero esto es una violación indirecta a su soberanía.
Los pueblos indígenas, están reconociendo estas dominaciones y se niegan a aceptarlas, muestra de esto es las recientes manifestaciones indígenas que cobraron la vida de varias personas, que luchaban en contra de la Ley de Recursos Hídricos y otros proyectos legislativos, promovidos por el actual gobierno, además se reclamaban varios derechos y servicios sociales y culturales que requieren para consolidar sus estructuras de desarrollo.
Los pueblos indígenas tiene una lucha incansable por salvaguardar sus territorios, su soberanía y autodeterminación que en conjunto históricamente has sido invadidas. Constantemente las nuevas ambiciones económicas han priorizado las explotaciones de territorios naturales, en su mayoría de propiedad indígena , independientemente de los proyectos que estos tengan para realizar en los mismos, por ello se genera un ambiente intolerable que incita a ellos a protestar por su derecho a decidir sobre sus regiones.
Por otro lado, los gobiernos que enfatizan proyectos de desarrollo para los pueblos indígenas, sin tomarse la molestia de antes sentarse a dialogar bajo el análisis de sus requerimientos, son gobiernos que están sobrepasando los derechos de libertad, además se esta atribuyendo el papel de todopoderoso, que creen tener la razón en las vías de desarrollo, que enfatizan el sistema actual, tratando de adaptarlo en sus políticas tradicionales.
Por ultimo, es necesario recalcar que el nuevo socialismo a pintado de mil colores los proyectos destinados a los pueblos indígenas, pero en muy pocos ámbitos se han centrado en sus verdaderas necesidades y requerimientos, por ello se ha dado levantamientos que son una muestra de la inconformidad, por la falta de preocupación del gobierno que trabaje verdaderamente en función del bienestar indígena brindándoles espacios participativos donde ellos sean quienes puedan tomar sus propia decisiones partiendo desde su realidad, y así se dejen de involucrarse otros actores con la introducción de otros proyectos en muy pocos casos fiables.